Bienestar desde un lenguaje sencillo: el color en arquitectura corporativa

El color acompaña toda la idea creativa de la nueva sede de Plus Ultra, buscando incorporar nuevas formas de trabajo y espacios donde reunirse, formarse, desconectar y trabajar en comunidad. El diseño se aleja del lujo superfluo, como su negocio, y busca generar bienestar desde un lenguaje sencillo: el color.

Este proyecto nos sirve de inspiración para reflexionar en este espacio sobre la importancia del color en la arquitectura corporativa.

El color en arquitectura corporativa: construyendo marca e integrando valores

El color en arquitectura corporativa es relevante por su impacto significativo en el ambiente laboral, la productividad y el bienestar de los trabajadores. Los colores influyen en nuestras emociones, estado de ánimo y nivel de energía, por lo que es crucial seleccionarlos cuidadosamente. Facilitan también las dinámicas de trabajo: hay colores que favorecen la concentración o la creatividad, así como otros que son más apropiados para que fluyan las ideas en un espacio colaborativo. Pero además es, como pocos elementos, capaz de dotar a un proyecto de arquitectura corporativa de un lenguaje propio con una naturaleza expresiva asombrosa. Y lo más importante: Es capaz de crear un hilo argumental que narre la historia y el ADN de la marca.

El color tiene un poder único para crear un lenguaje en el diseño de oficinas, transformando no solo la estética de un espacio, sino también su atmósfera y el mensaje que transmite. En arquitectura corporativa, el uso estratégico del color puede comunicar intenciones, destacar elementos y guiar a los usuarios a través de diferentes ambientes. De esta manera, el color se convierte en un medio de comunicación visual, que refuerza la funcionalidad del espacio.

Además, el color en arquitectura corporativa tiene la capacidad de contar historias y establecer conexiones culturales o emocionales. Un edificio o interior puede resonar con su contexto histórico o geográfico a través del uso de colores tradicionales o simbólicos. Por ejemplo, los tonos terrosos en una estructura ubicada en un entorno desértico pueden crear una conexión visual con el paisaje natural, mientras que colores fríos y metálicos en una ciudad moderna pueden evocar tecnología y progreso. Así, el color no solo define el carácter de los espacios, sino que también establece un diálogo con su entorno y con quienes interactúan con él, creando una experiencia arquitectónica coherente y llena de significado.

El color puede ayudar a crear un ambiente relajado y tranquilo, o un espacio vibrante y motivador, según cultura corporativa y dinámicas de trabajo. Por ejemplo, los colores cálidos como el amarillo y el naranja pueden aumentar la energía y la creatividad, mientras que los tonos fríos como el azul y el verde pueden fomentar la calma y la concentración. Los colores brillantes como el rojo pueden aumentar la atención y la motivación, pero también pueden ser abrumadores si se usan en exceso.

Cómo nos influye el color en arquitectura corporativa

Es importante tener en cuenta que los colores no afectan a todas las personas de la misma manera. La cultura, la edad, el género y las experiencias personales pueden influir en nuestra percepción del color. Por ello, es tan importante considerar a los empleados en el centro del proyecto, buscando su bienestar, como la sensación de confort que nos aportan los tonos suaves y cálidos como el beige y el rosa, por ejemplo.

El color en arquitectura corporativa: cuáles favorecen la concentración y la creatividad

Algunos colores son especialmente útiles para favorecer la concentración y la creatividad en la oficina. El azul es uno de ellos, ya que transmite una sensación de calma y serenidad que ayuda a reducir el estrés y la ansiedad. Además, el azul aumenta la productividad y la creatividad en tareas que requieren pensamiento analítico. Otro color que favorece la concentración es el verde, debido a su relación con la naturaleza y la tranquilidad. El verde ayuda a relajar los ojos y a reducir la fatiga visual, lo que lo convierte en un color ideal para salas de reuniones o espacios donde se realizan tareas que requieren mucha atención.
Por otro lado, como hemos señalado, los colores cálidos como el amarillo y el naranja pueden aumentar la energía y la creatividad en tareas que requieren pensamiento divergente o imaginativo. Estos colores son ideales para espacios de trabajo creativos como estudios de diseño o agencias de publicidad, por ejemplo.

Los colores que transmiten seriedad y profesionalidad

En ciertos entornos laborales, transmitir seriedad y profesionalidad es fundamental. El negro y el gris son colores que transmiten formalidad y seriedad, pero pueden resultar demasiado fríos y poco acogedores si se usan en exceso. El azul oscuro es otro color que transmite profesionalidad y confianza, y es ideal para entornos empresariales como bufetes de abogados o empresas financieras. El blanco también puede ser un color adecuado en estos casos, ya que transmite limpieza y simplicidad.
Es importante tener en cuenta que el uso exclusivo de colores oscuros puede provocar una sensación de opresión en los trabajadores y disminuir su productividad. Por lo tanto, os proponemos combinar los tonos oscuros con otros más claros para crear un ambiente equilibrado y acogedor.

Y especialmente importante es encontrar la paleta cromática alineada con la cultura, los valores y el propósito de cada empresa.

Los mejores colores para decorar la oficina, según la marca de la empresa

Como hemos comentado en muchas entradas de este blog, la oficina tiene que ser un gran aliado (y co-creador) de las estrategias de branding y employer branding de las compañías, para ayudarles a crear y a transmitir un mensaje coherente a los clientes y empleados.

Los colores de la naturaleza en la arquitectura corporativa

En plug&go ponemos el foco en el bienestar y la Greentecture, es decir, en una arquitectura corporativa que sea saludable para las personas y para el Planeta. Y esa hoja de ruta nos lleva en muchos proyectos hacia los colores naturales y cálidos, solos o acompañados por otros, en ese guiño a una mejor calidad de vida.

Los tonos neutros como beige, gris suave o blanco se utilizan en nuestros proyectos por su capacidad para crear un ambiente sereno y equilibrado, promoviendo la concentración y reduciendo el estrés. Estos colores ayudan a reflejar la luz natural, lo que reduce la necesidad de iluminación artificial y, a su vez, el consumo energético. Al combinarse con materiales sostenibles, como madera reciclada o bambú, estos tonos neutros generan una sensación de confort y conexión con la naturaleza, que es clave para el bienestar emocional de los trabajadores.

Por otro lado, los acentos en colores verdes, azules o terracota suelen estar también presentes en interiores sostenibles. El verde, asociado con la naturaleza, tiene un efecto relajante y revitalizante, mientras que el azul favorece la calma y la concentración en tareas complejas. Estos colores, como hemos visto, cuando se aplican estratégicamente en arquitectura corporativa, pueden mejorar el estado de ánimo y aumentar la creatividad. Además, los tonos tierra como terracota o marrón, que evocan elementos naturales, aportan calidez al entorno y fomentan un sentido de estabilidad.