Tener muy en cuenta la incorporación de perfiles itinerantes que tendrán que utilizar el workplace de una manera diferente implica abordar un cambio de oficina estratégico y adoptar las tecnologías adecuadas para impedir que se excluyan a las personas en función de su ubicación física.
De hecho, hoy los profesionales pasan cerca del 80% de su jornada interactuando con distintas tecnologías. Las TI juegan un papel primordial en la experiencia de los empleados: según estudios, si se les proporcionan las tecnologías adecuadas, los trabajadores se muestran un 200% más comprometidos con su organización y tienen un 85% más de posibilidades de permanecer en la misma empresa durante tres o más años.
Nuevos espacios corporativos, tecnología y transformación cultural
Pero el nuevo modelo laboral no implica sólo la adopción de estas tecnologías y mayor digitalización, sino sobre todo una transformación cultural en el que las personas y las organizaciones deben asumir nuevas formas de trabajar y relacionarse.
Los retos más importantes en la transformación digital de las empresas están en las personas. Se debe analizar el impacto cultural que este nuevo modelo de relación va a implicar en la organización, cómo se van a abordar los cambios necesarios, cómo se van a liderar y con qué tecnologías se van a implementar. Pero siempre, sin perder el foco de mejorar la experiencia de los empleados, tanto en remoto como en las propias oficinas.
La clave es abandonar el concepto de presencialidad asociado a “tener que estar en la oficina para que me controlen”, sino que tiene que haber una buena razón para que los empleados quieran acudir a los espacios corporativos.
El diseño de oficinas híbridas no representa solo un cambio en su distribución física, sino un cambio más profundo en las actitudes con respecto a dónde, por qué y cómo trabajamos. Es una transformación cultural.
Por ello, en plug&go entendemos que el diseño de espacios de trabajo híbridos debe seguir una estrategia, que implica trabajar no solo en el qué sino en el “por qué”.
Los nuevos espacios corporativos deben disponer de diferentes espacios, con posibilidades de privacidad y concentración, y a su vez de colaboración con las que están en remoto. Especialmente en los modelos híbridos, donde hay empleados que trabajan unos días en la oficina y otros desde casa o desde el “tercer espacio”, es importante poder contar con espacios flexibles y tecnológicos equipados para la comunicación. Los espacios físicos y la tecnología se van entrelazando cada vez más.
El futuro del trabajo, tendencias
Las oficinas deben favorecer la colaboración entre los distintos equipos, y también deben estar preparadas para mejorar la experiencia del empleado y su bienestar en el lugar de trabajo. Y por supuesto, los nuevos espacios corporativos deben favorecer las principales tendencias que dan forma al futuro del trabajo, que según un reciente estudio de SAP son:
- Fuerza laboral distribuida: el personal gig, remoto y los consultores hiperespecializados han conformado un segmento cada vez mayor de la fuerza laboral durante la última década. En lugar de contratar personal con habilidades generales para que esté ubicado de manera física y permanente en una oficina central, la tendencia creciente es formar equipos dinámicos basados en habilidades orientadas a tareas, y que esos equipos trabajen dentro de una estructura mucho menos centralizada y jerárquica.
- IA en el lugar de trabajo: automatizando tareas y minimizando errores, la inteligencia artificial puede hacerse cargo de las tareas rutinarias y repetitivas en toda la empresa.
- Diversidad e inclusión en el lugar de trabajo. Cada vez más, las empresas están demostrando que la diversidad de la fuerza laboral conduce a mayores niveles de innovación, éxito y satisfacción del personal.
- Fuerza laboral multigeneracional.
- Mejorar las habilidades y reentrenar a la fuerza laboral: integrar soluciones digitales e IA cada vez más sofisticadas en el lugar de trabajo requiere capacitación especializada.
Vemos que los trabajadores que tuvieron que irse a casa durante la pandemia no son los mismos que han vuelto a las oficinas. Por ejemplo, la flexibilidad se ha convertido en algo no negociable. Lograr que el trabajo híbrido funcione requerirá una nueva cultura, una tecnología facilitadora y un espacio adecuado para que cada persona de lo mejor de sí misma independientemente de cuándo, dónde o cómo trabaje.
El cambio en cada organización deberá ser, además, diferente para satisfacer las necesidades únicas de su gente, pero lo que está claro es quetransformarse implica nuevos equilibrios entre estrategia, personas, cultura, procesos, tecnología y espacio.