¿Puede afectar nuestro estado físico, mental o emocional en nuestra capacidad de trabajo? Varios estudios señalan que existe una conexión entre el bienestar de los trabajadores y los resultados de las empresas, por ello algunas están ya incluyendo el bienestar dentro de su estrategia global.
Las magnitudes tradicionales del espacio de trabajo, como son los costes inmobiliarios, están siendo reformuladas para tener en cuenta aspectos que antes se pasaban por alto. Cuestiones menos racionales como las emociones o el bienestar en el trabajo se estudian ahora para comprender cómo éstas afectan a los empleados.
Cuando el bienestar es una prioridad en el lugar de trabajo, los empleados tienen más probabilidades de sentirse motivados y comprometidos
Medidas que están tomando algunas empresas para mejorar el bienestar de sus empleados
Crear zonas de ocio y descanso en la oficina
Proporcionar áreas en las que las personas puedan disfrutar de momentos de relax o de ocio. De este modo, en momentos de estrés, los empleados pueden desplazarse hasta allí y desconectar por unos minutos. Se facilita así, además, la interacción social, con la que se estimula el cerebro y favorece el aumento de creatividad.
Recurrir al mobiliario doméstico para lograr que las personas se «sientan como en casa»
Se trata de un esfuerzo por conseguir una mayor comodidad en el lugar de trabajo. La utilización de elementos que evoquen un ambiente agradable, saludable e innovador puede ayudar a crear un mayor confort y apoyo emocional.
Puede conseguirse gracias a la inclusión del color, las plantas, jardines verticales, materiales orgánicos, etc. Todo aquello que ayude a tener la sensación de «estar en casa».
Fomentar la comodidad en el trabajo
Es muy frecuente que quien trabaja en una oficina tenga la necesidad de pasar muchas horas al día sentado o sentada delante de un ordenador. Por ello, es importante fomentar la ergonomía, y que las personas tengan la posibilidad de moverse y cambiar de postura habitualmente para evitar rigidez y dolores…
Combinar espacios diáfanos con salas de concentración
Con los espacios diáfanos se consigue transmitir una mayor transparencia, pero también es cierto que hay momentos del día en los que necesitamos disponer de lugares donde poder concentrarnos, aislados del ruido que generan los ordenadores o los propios compañeros. Para ello, las salas de concentración son la mejor solución: espacios diseñados tanto con el propósito de relacionarse y colaborar, como con el de concentrarse a solas y recuperar energías. También pueden servir como elemento para satisfacer las necesidades de privacidad de los trabajadores, donde puedan desplazarse para asimilar información, hacer una llamada telefónica, o reflexionar sobre alguna cuestión.
Equilibrar la búsqueda de transparencia con la necesidad de soledad es una buena forma de tener en cuenta el bienestar de nuestros trabajadores.