En uno de los últimos proyectos que hemos publicado en el área de clientes de nuestra web, las oficinas de RWE en Barcelona, destacamos que en plug&go entendemos el espacio de trabajo como servicio y no como producto. En este post, queremos ahondar un poco más en este concepto.
Cuando hablamos de un espacio de trabajo como servicio y no como producto nos referimos a una oficina que responde a los por qué, que bucea en procesos, personas y negocio. Una herramienta que facilita, y a la que llegamos tras la fase de consultoría que solemos realzar en nuestros proyectos a través de workshops sobre objetivos estratégicos, cambios de paradigma, integración internacional, crecimiento, convivencia de generaciones, etc.
Nuestra experiencia como facilitadores del cambio, nos ha permitido desarrollar una metodología propia basada en el Moonshot thinking que integra al espacio de trabajo como un dinamizador y facilitador del proceso de transformación de las empresas.
Moonshot thinking es nuestra propuesta para transformar la empresa a partir del movimiento, las personas y el espacio. Leer más.
La evolución de la oficina como herramienta de trabajo
Lo que está claro es que la oficina ha evolucionado de ser un espacio físico donde los trabajadores realizan sus tareas diarias, a convertirse en un servicio integral y flexible que proporciona herramientas y recursos para la gestión empresarial y el mejor desempeño de las personas.
La oficina ha evolucionado enormemente a lo largo de los años. Antes, la oficina era un puesto de trabajo fijo, impersonal, al que se acudía por obligación y en el que se permanecía ocho horas diarias, generalmente cerrado y compartimentado y que reflejaba una jerarquía rígida y una cultura empresarial tradicional. Hoy en día, la oficina se ha convertido en el lugar en el que se vive la marca y en el que suceden las cosas; un lugar más flexible y colaborativo. La transición de la oficina como espacio físico a la oficina como servicio ha sido fundamental en esta evolución.
Los empleados ya no necesitan tener un puesto propio para llevar a cabo su actividad laboral. Los avances en tecnología, como la nube y las plataformas de trabajo remoto, nos permiten trabajar desde cualquier lugar del mundo. Además, la creciente demanda de espacios de trabajo flexibles ha llevado a la aparición de espacios de coworking, donde los trabajadores pueden compartir espacios comunes y colaborar con otros profesionales.
Otro aspecto importante de la evolución de la oficina es el cambio en su diseño. Las oficinas modernas se centran en el bienestar de los trabajadores y su capacidad para colaborar e innovar. Los espacios abiertos, las áreas informales, la iluminación natural, los muebles ergonómicos, los espacios verdes y los guiños al mundo del hogar son solo algunas de las características que se han incorporado para mejorar el bienestar y la productividad.
Y en este nuevo escenario, a diferencia de la oficina tradicional, que se considera un producto, la oficina como servicio se presenta como una herramienta a disposición de las personas para que den lo mejor de sí mismas. Acudimos a ella precisamente porque nos facilita nuestro trabajo y nuestra relación con los demás y con la empresa. Esto incluye por ejemplo, la oferta de diferentes espacios, incluidos los espacios verdes y áreas al aire libre.
El futuro de las oficinas como servicio: hacia un modelo más flexible y sostenible
El futuro de las oficinas como servicio se ve cada vez más flexible y sostenible. A medida que más empresas adoptan modelos de trabajo remoto, la demanda de espacios de trabajo flexibles seguirá aumentando. Las empresas también están buscando soluciones más sostenibles para reducir su impacto en el medio ambiente.
Un propósito emergente en el diseño de oficinas es la incorporación de materiales sostenibles y tecnologías energéticamente eficientes. Otra demanda importante es la personalización, es decir, soluciones a medida que se adapten a las necesidades específicas de cada empresa, de su marca, y sobre todo de sus personas.
Además, el futuro de las oficinas como servicio se ve cada vez más integrado con tecnologías avanzadas, como la inteligencia artificial y la automatización.