Diseñar unas oficinas flexibles para tu empresa significa abrir las puertas al futuro. La situación provocada por la COVID-19 ha acelerado los procesos de transformación de las empresas y rompe cada vez más con el rígido sistema de puestos asignados y liderazgo basado en el control de las personas.
Ahora, los resultados priman sobre la presencia en la oficina -y sus consecuentes 8 horas sentados en un mismo puesto de trabajo-. Cada vez son más las empresas que optan por dar a sus trabajadores la libertad de elegir no sólo la ubicación en la que desempeñar su trabajo, sino también el espacio dentro de la propia oficina, en función de la actividad que vayan a realizar, las necesidades de privacidad o comunicación, e incluso el estado de ánimo.
Según sus necesidades, pueden convivir áreas para el trabajo en equipo con espacios individuales para concentrarse, zonas de colaboración informal y de relajación, e incluso puestos de trabajo asignados con espacios no territoriales. De esta forma, la oficina facilita la comunicación, transmite sentimiento de pertenencia y te hace sentir como en casa.
La experiencia del cliente interno en oficinas flexibles
En un contexto en el que en ocasiones se nos hace complicado acudir a la oficina, alinear las necesidades de la empresa con los intereses de sus trabajadores, solo se traduce en ventajas para la empresa.
Este nuevo modelo de ocupación para personas que pueden ser flexibles en su trabajo gracias a la tecnología, rompe con la idea de propiedad del puesto individual y se va a un nuevo enfoque de espacio donde cultura, conexión y comunidad se integran para crear usos del espacio que se adaptan a las necesidades de cada perfil, como una herramienta más.
Así, haciendo que el uso del espacio sea el principal claim de la oficina, los espacios se adaptan a las necesidades de cada perfil y de cada generación. Este nuevo enfoque, que se puede lograr a partir de un buen diseño, es una forma de acercar el bienestar al equipo.
Oficinas flexibles y tecnología
A diferencia de las oficinas convencionales, que consideran su propia ubicación como su factor más importante, las oficinas flexibles ven en la tecnología su pilar fundamental para las personas. El binomio espacio/tecnología permite una conectividad 360 con equipos y países, es decir, trabajar desde cualquier lugar y en cualquier momento.
Es por ello que desde plug&go ayudamos a las empresas a integrar la tecnología y la arquitectura workplace conjuntamente, en la creación de un nuevo modelo de ocupación que les permita regresar a la oficina mientras transforman la compañía para ser más eficiente y flexible. En definitiva, que ir a la oficina tenga una respuesta clara: reforzar orgullo de pertenencia y compartir objetivos.