Vivimos en un momento extraordinario en el que los sistemas tradicionales de trabajo se han tenido que transformar rápidamente en modelos híbridos. Para poder llevar a cabo este reto, la tecnología se ha convertido en un pilar fundamental, aportando flexibilidad, colaboración y seguridad.
Sin embargo, no hay que olvidarse de otro elemento igual de importante: las personas.
Por paradójico que pueda parecer, en plena integración de las tecnologías digitales, es urgente que las emociones de los empleados se instalen en el centro de la transformación del concepto del trabajo.
La tecnología está cambiando los entornos de trabajo para hacerlos más ágiles y colaborativos. Sin embargo, muchas empresas han obviado preguntar a sus empleados: “¿Cómo te sientes?”.
La inversión en conocer y mejorar el bienestar de los empleados influye directamente en el negocio a través de su compromiso con la empresa. Es más, una investigación del MIT afirma que las empresas que dan prioridad a la experiencia de los empleados son un 25% más rentables y el doble de innovadoras.
Un trabajador contento es un tesoro, y esta es una idea que se abre paso con fuerza en las empresas, especialmente en esta fase de regreso a las oficinas y el auge del trabajo híbrido, un escenario perfecto para mejorar el ambiente laboral de nuestros equipos.
Los trabajadores necesitarán tiempo para adaptarse a la nueva realidad: Acudir al centro de trabajo con seguridad y ser capaces de colaborar de manera eficiente con compañeros tanto presenciales como en remoto.
Crear un clima laboral próspero debería estar en la hoja de ruta de todo departamento de recursos humanos.
¿Qué es la experiencia del empleado?
La experiencia del empleado se asemeja mucho a la experiencia del cliente y tiene que ver con la percepción que tienen los empleados de la organización. Esta experiencia no solo se centra en el salario. Ahonda en la faceta emocional y sentimental de los trabajadores, y lo hace desde el primer contacto de estos con la marca.
La experiencia del empleado se refleja directamente en todos los procesos corporativos, y no tenerla en cuenta puede tener consecuencias graves tales como una plantilla desmotivada, mayor ausentismo, y una alta tasa de rotación.
Una buena estrategia de experiencia del empleado, no solo evita todos estos aspectos negativos, si no que también contribuye a la atracción y retención del talento.
Uno de los factores que más está influyendo en la experiencia de los trabajadores es el propósito que ellos perciben en las compañías, que debe ser real y auténtico. De la misma manera, la compañía tiene que ser consciente de la particularidad de cada uno de sus trabajadores, aseguran los expertos. Entender su momento vital y profesional es fundamental para proporcionar una buena experiencia del empleado.
La importancia del espacio de trabajo en la experiencia del empleado
No es posible implementar una estrategia de experiencia del empleado si la empresa no brinda un espacio adecuado para que los trabajadores puedan desarrollar de forma cómoda, segura y eficiente sus tareas.
La oficina es una pieza clave para mejorar la experiencia de los trabajadores con la marca.
No se trata de crear solo un espacio que asegure su seguridad física, si no que también promueva su bienestar emocional y social.
Comprender cómo funcionan los clústeres y los equipos nos ayuda a identificar qué espacios promueven la experiencia del empleado y por qué y para qué.
Un equipo de abogados puede necesitar un espacio que facilite mayor concentración que un equipo de marketing que puede beneficiarse más de un espacio informal de innovación.
Un espacio de trabajo diseñado para el bienestar brinda un abanico de tipologías de espacios distintos para facilitar la realización de los diferentes tipos de trabajo que se llevan a cabo a lo largo del día. Un crisol de espacios abiertos y cerrados, individuales y colaborativos, formales e informales… que se combinan para dar a las personas la oportunidad de encontrar las zonas más adecuadas para realizar su trabajo. En la oficina como en casa, dice el dicho.
Los datos también muestran que los trabajadores desean entornos flexibles que les permitan trabajar cuando y donde quieran.
Una cultura corporativa que cuide la experiencia del empleado brindará a sus personas un lugar de trabajo acorde a los valores de la empresa. Nos referimos a espacios respetuosos con el medioambiente, con el propósito de la compañía y con la salud -física y emocional– de su plantilla.
El bienestar en el espacio de trabajo ha trascendido a la mera ergonomía para entenderlo como la capacidad de mantener un estado físico, social y mental saludable a lo largo del tiempo.