Una oportunidad para sensibilizarnos en el qué y no tanto en el cómo
por Covadonga G. Quintana. Socia de plug&go arquitectura corporativa
Los Días Internacionales nos dan la oportunidad de sensibilizar al público -en general- sobre temas de gran interés. Este año 2020 con una población mundial prácticamente confinada por la Covid 19, además, tenemos una oportunidad doble: reflexionar y alejarnos de listados con una extensión de medidas que nos ciñen a los cómo, y pensar en el qué.
En 2003, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) empezó a observar el Día Mundial haciendo hincapié en la prevención de los accidentes y las enfermedades en el lugar de trabajo, apoyándose en las características tradicionales que fortalecen su acción: el tripartidismo y el diálogo social. Han pasado muchos años desde el inicio y en los últimos años se han abierto grandes debates inspiracionales en la línea del trabajo decente en un mundo sostenible y con bajas emisiones de carbono, lo que se ha denominado “empleo verde” pero finalmente -este día- queda como un recordatorio no exento de listados de medidas,
La Covid 19 no es una excepción, conocemos y buscamos medidas que reduzcan los miedos y confieran a los equipos soluciones para evitar contagio y ganar en seguridad. Está bien ahondar en los cómo. Está bien conocer e implementar las medidas de higiene, predicción, distanciamiento, reducción de aforos y colocación de elementos que reducen el contagio, pero ante esta crisis sanitaria -y ahora económica- sin precedentes para la gran mayoría de personas en activo, me gustaría poder ahondar en el “qué”.
Me gustaría recuperar el espíritu del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, un llamamiento a la sensibilidad que ahora afecta a todos, no sólo a las personas que trabajan con mayor riesgo laboral en construcción, sanidad, fábricas, explotaciones…Sino a todos, a todos los trabajadores, aunque -a priori -pensaran que este Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo iba por otro tipo de oficios.
De poco servirá adoptar un listado de medidas que nos permitan, en un horizonte temporal, “protegernos” de la Covid 19, si no abordamos un pensamiento colectivo que nos conecte con el “qué”.
Porque el “qué” va orientado al tipo de sociedad que queremos crear en los espacios de trabajo, porque él “qué” va asociado a un propósito, una forma de entender el empleo mucho más humana, integradora y asociada al bienestar en sentido amplio, no sólo a un listado de medidas tangibles.
Los “cómo” pueden funcionar en el corto plazo pero los “qué” construyen un modelo de bienestar que cuida y da continuidad a largo plazo.
Podemos hablar -este año- del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo bajo el paraguas de la pandemia, con un listado de medidas, ya por todos conocidas, o podemos integrar estas medidas en un proceso de reflexión que integre un nuevo modelo de bienestar que contenga conciliación, trabajo decente, equidad, diversidad, sostenibilidad y bajas emisiones de carbono.
Este modelo de bienestar camina desde una estrategia a corto: dar seguridad al equipo para su regreso tras el estado de alarma y una estrategia a medio, definir un modelo de trabajo flexible que permita bienestar en sentido amplio y defina el marco de medidas de integración y sostenibilidad que permiten cuidar y cuidarnos (ver figura 1).
Hay muchas formas de abordar esta reflexión pero es importante hacerlo y poder construir desde este eje que nos llevará a un modelo sin duda más saludable y con una sociedad mejor, en el trabajo y fuera del trabajo.
Apliquemos las medidas a corto pero busquemos un horizonte de transformación que construya en estrategia, visión y modelo de trabajo que queremos tener.
Este artículo ha sido publicado en el blog de Knight Frank España.