La mitad de los trabajadores (54%) sostiene que el teletrabajo disminuye las relaciones entre los empleados, y un 22% indica que empeorará el vínculo empresa-empleado, según un informe llevado a cabo por Infojobs.
Las herramientas digitales han llegado para ayudarnos a resolver los problemas de comunicación interna que pueda tener una organización, pero sobre todo es la oficina la que ha asumido ese rol de crear comunidad y conexión con la marca.
Según los últimos datos recogidos por la multinacional Adecco, el número de empleados que trabaja desde casa ha pasado de los 3,55 millones en el segundo trimestre de 2020 a los 2,9 millones de trabajadores entre abril y junio de 2021. Es decir, en total un 18,4% menos que el año anterior. El avance de la vacunación y el fin de las restricciones sanitarias se apuntan como las causas principales de este retroceso.
Pero, aunque disminuya el número de teletrabajadores en relación al año anterior, el teletrabajo es algo que se va a quedar entre nosotros. En este sentido, las organizaciones tienen que saber afrontar todos los cambios que este nuevo modelo de trabajo va a provocar en el mercado laboral y en los espacios de trabajo.
La oficina ideal del futuro
Más de la mitad de los trabajadores encuestados (56%) por Actineo, el Observatorio de la Calidad de Vida en el Trabajo, cree que en el mundo de la oficina del mañana la forma de trabajar y el espacio de trabajo “serán un poco diferente”. El 18% cree que volverá a ser exactamente lo que era antes de la crisis sanitaria y el 20% que el mundo del trabajo será radicalmente diferente.
En general, los encuestados consideran improbable un escenario en el que todos los empleados trabajarían al 100% fuera de las instalaciones de la empresa.
El escenario considerado deseable y probable es una combinación de lo siguiente:
- Mayor atención prestada a la ecología y el bienestar en el diseño de espacios de trabajo (por lo tanto, los espacios de trabajo deben ser responsables con las personas y el planeta).
- Más autonomía y flexibilidad. Todos los encuestados parecen haber aceptado la idea de que una jornada laboral de 9 a 17 horas en una semana de 5 días como la conocemos irá desapareciendo paulatinamente, y que el hecho de trabajar para varios empleadores a la vez o combinar asalariados y el trabajo autónomo podría volverse más frecuente.
- Una creciente desconexión entre el desempeño del trabajo y la presencia física en las instalaciones de la empresa. En otras palabras, ir a la oficina todos los días de la semana puede que ya no sea imperativo.
¿Qué “experiencia laboral” buscan los empleados y autónomos?
Aunque los puestos y espacios “calientes” están irrumpiendo con fuerza en las sedes corporativas, la oficina cerrada y el puesto asignado parecen estar sobreviviendo a la pandemia, por lo menos en las preferencias de los trabajadores, aunque sean en espacios abiertos. Solo el 30% de los encuestados por Actineo optaría por un puesto no asignado.
Otro interesante dato que revela este estudio es que para el 55% de los empleados que trabajarán a distancia 2 o más días a la semana, sería importante agregar un tercer espacio de trabajo (coworking, hoteles, etc.).
Los trabajadores aspiran a trabajar de forma equilibrada tanto en las oficinas de su empresa como en casa, o incluso en terceros lugares que puedan actuar como puente entre ambos. Este tercer espacio debe estar cerca de sus casas y dotados de todos los servicios necesarios.
La oficina ideal para empleados y autónomos combina un conjunto de elementos indispensables y otros elementos diferenciales de un buen espacio de trabajo frente a otros.
Para el 42%, es fundamental -en primer lugar- el poder aislarse para concentrarse en espacios adecuados. En segundo lugar, los espacios de trabajo deben fomentar el trabajo en equipo con espacios de encuentro, de colaboración (32%). Y en tercero, demandan bienestar, un ambiente donde uno se sienta bien y seguro (salud e higiene 33%, presencia de la naturaleza 30%, relajación 22%). Estos son los elementos indispensables.
Y ¿qué marcará la diferencia?: Ofrecer a los empleados un entorno amigable con el medio ambiente y sostenible (26%), con criterios éticos (21%) y espacios que incentivan la creatividad (21%). Y, la guinda del pastel, los encuestados desean vivir una “experiencia de empleado” a través de una decoración que tenga sentido y sea escalable (28%): un diseño personalizado adaptado a las necesidades del equipo (16%), un diseño que refleja la cultura y los valores de la empresa (14%), y pensado para el ocio (25%), ya sea espacios o equipamiento para divertirse (14%) o por una decoración original y sorprendente (13%).
Todos estos cambios se llevarán a cabo en un mundo en el que, si hacemos caso a estos encuestados, los trabajadores ganarán autonomía respecto a su empresa y, gradualmente, el trabajo no será sistemáticamente realizado en un único lugar, que era la empresa. Al mismo tiempo, vemos hecho realidad este deseo de poner fin a la porosidad de la vida profesional /privada.