Resiliente es una palabra que seguro has oído en más de una ocasión. Nos cuesta un poco pronunciarla y nos recuerda a otras, pero ¿qué significa? ¿Quién es resiliente?
Se trata de un término que originariamente proviene del campo de la física, ya que define la capacidad de un material de recuperarse tras una deformación causada por un esfuerzo externo. Si hablamos de las personas, y desde un ámbito más psicológico, tenemos que referirnos a aquellas que saben adaptarse al cambio con rapidez. Además, las personas resilientes tienen la capacidad de hacer frente a situaciones adversas y aprovecharlas en su propio beneficio, virando a nuevos modelos donde fluya la creatividad y la capacidad de innovar.
No podemos negar que este grupo de individuos sea uno de los perfiles más demandados en las empresas, ¿qué jefe no va a querer a un empleado que genere oportunidades de la dificultad?
Pero, ojo, los resilientes son los perfiles más exigentes y que más cuesta fidelizar en las compañías. No solo buscan un buen salario, sino que, acostumbrados a lidiar con problemas, buscan compañías que les aporten intangibles: crecimiento (profesional y personal), buen clima laboral, compromiso y bienestar.
Fijémonos en los datos. Estudios recientes sobre el compromiso destacan que más de un tercio de los trabajadores de las 17 principales economías mundiales no están comprometidos con su trabajo. Otro tercio no se posiciona, declarando que no está ni a favor ni en contra de su empresa, pero no se involucra demasiado.
Con dos tercios de trabajadores no comprometidos a escala mundial, hemos pasado de analizar cifras a valorar y estudiar cómo poder cambiar las causas que permiten el aprendizaje transformacional de un profesional desmotivado a comprometido y por ende, resiliente.
Como expertos en el ámbito de la arquitectura corporativa, nos surge una pregunta: ¿Se puede utilizar una oficina como activo estratégico para modificar el grado de compromiso de sus ocupantes? Y la respuesta es: Sí, se puede.
Entonces, ¿cómo lo hacemos?
Algunos consejos que deberíamos seguir para conseguir un mayor impacto en la creación de resilientes son:
- Poder elegir el lugar donde trabajo dentro de la oficina. Sin la necesidad de estar sentado siempre en el mismo puesto.
- Tecnología móvil y conciliación. En la actualidad, las oficinas cuentan con un 80% de dispositivos fijos frente a móviles. La necesidad de aplicar la tecnología móvil a todos los perfiles, y no solo a los comerciales, dota de capacidad para poder trabajar desde casa. Debemos ser conscientes de que la conciliación es una demanda del resiliente, que busca ser tratado como un adulto y no tener que estar “condenado” a horarios presenciales.
- Espacios de concentración. La tendencia open space que fomenta la comunicación, es inviable para momentos de máxima concentración, llamadas o asuntos personales. El sector resiliente busca lugares donde poder realizar estas tareas, escapando del espacio abierto.
- Fitness y alimentación sana. Se buscan empresas que tengan un compromiso para fomentar el bienestar. Superado el discurso de aire limpio o luz natural de hace 10 años, ahora se busca facilitar el movimiento, deporte y alimentación sana, poniendo al servicio del resiliente herramientas que ayuden al organismo a poder abordar retos y buscar soluciones.