Es indudable que en los últimos años se ha acelerado un cambio en nuestra forma de trabajar, que ya antes evolucionaba hacia modelos flexibles e híbridos. Si bien, las empresas han comprobado que es posible trabajar desde casa, también se ha puesto de manifiesto el valor real de la oficina, como único escenario que posibilita la conexión e interacción entre las personas. La interacción social que no pueden tener lugar en casa.
Queremos ir a la oficina a colaborar y compartir en equipo; por ello, tan importante es en términos de motivación y eficacia el promover y facilitar la flexibilidad laboral de los empleados, como disponer de todas las herramientas, espacios y tecnologías precisas para que las personas puedan dar realmente lo mejor de sí mismas en una cultura flexible.
Las oficinas además conservan su papel corporativo, de espacio de relación con el cliente y escaparate de su marca y su cultura.
Espacios informales, espacios para socializar
A la oficina no vamos ya a enviar emails o a rellenar formularios, sino a hacer tareas colaborativas y creativas y a socializar, y eso obliga a repensar los espacios de trabajo. Entre estos espacios colaborativos, han cobrado un gran protagonismo los espacios informales.
A medida que las personas se han vuelto más móviles, los espacios de trabajo se han vuelto cada vez más diversos e informales. Cafeterías, bibliotecas, zonas de estar o espacios lúdicos han sustituido a las tradicionales salas de reunión, con el objetivo de ofrecer espacios más confortables a sus plantillas y al mismo tiempo promover la colaboración espontánea y la socialización.
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Uno de los espacios que más ha cambiado su look son los de restauración. Los offices apuestan por el diseño y en algunas oficinas se han creado auténticos restaurantes, en los que además de comer sus empleados trabajan en determinados momentos en un entorno más informal. Por eso, es habitual ver a trabajadores de la empresa en estos espacios en horarios distintos a la hora del almuerzo o el desayuno.
Al hablar de espacios informales, nos referimos a zonas de la oficina en las que el empleado puede tanto hacer una pausa como seguir trabajando, pero de una forma más distendida, bien de forma individual o con otros compañeros. Esto se traduce en áreas con sofás, pufs, mesas de restaurante, taburetes o juegos, por ejemplo.
Los espacios informales están destinados a un uso de entre 15 y 30 minutos y con no más de 5 personas. Son espacios de diseño mucho más acogedor y divertido, y esto es importante porque el entorno nos influye y mucho en nuestra motivación y en la productividad de nuestro trabajo diario.
¿Son productivos los espacios informales?
¿Son productivos los espacios informales? Esta es la gran pregunta, y la respuesta es que deben serlo. Además de tener un diseño agradable y bonito, estos espacios informales deben ser también productivos. En este reto, hay muchos puntos que deben ser abordados a la hora de ponerlos en práctica. Por ejemplo, deben estar dotados de los mismos servicios que un puesto de trabajo convencional, principalmente el acceso a las comunicaciones, la energía y la tecnología, al igual que disponer de superficies diseñadas para trabajar.