El employer branding o la gestión de la marca empleadora -en español- es una de las actividades clave dentro de la mayoría de las empresas. Consiste en crear una imagen atractiva de la empresa con el objetivo de convertirla en un referente empleador y conseguir que las personas deseen trabajar para ella.
En España, esta tendencia está tomando fuerza durante estos últimos años y cada vez se tiene más en cuenta en la estrategia de recursos humanos. Las organizaciones ya no solo centran sus esfuerzos en la construcción de marca orientada a conseguir clientes externos, sino que lo hacen también en el área de marketing interno, dirigiendose a los propios empleados.
Employer branding, o gestión de la marca empleadora
La diferencia con el branding tradicional estriba en el “cliente”, que aquí es el “empleado, actual y/o potencial”, tal y como explican Mª Francisca Blasco-López, Almudena Rodríguez-Tarodo y Susana Fernández-Lores en su publicación «Employer branding: estudio multinacional sobre la construcción de la marca del empleador».
Del mismo modo que una marca de consumo, la marca empleadora se centra en destacar los beneficios racionales, y también emocionales, que la empresa proporciona a sus empleados. Esto es, los esfuerzos de la organización deberían ir encaminados a comunicar la propuesta de valor para los empleados: qué ofrece a sus trabajadores, qué les hace únicos como compañía y porqué un profesional debería elegirlos. La propuesta de valor se compone, por tanto, de aspectos económicos pero también de otra índole, como por ejemplo el salario emocional: flexibilidad laboral, posibilidades de formación, beneficios sociales, bienestar de las personas, etc.
La propuesta de valor es un concepto clave para construir la percepción que los empleados actuales y futuros tienen de su empresa.
La oficina como herramienta de employer branding
El mercado laboral ha evolucionado y las nuevas generaciones están cambiando la forma en que trabajamos, así como lo están haciendo las estrategias de atracción y retención de talento de las empresas. Los jóvenes buscan flexibilidad en el trabajo, colaboración, retos, transparencia, buen ambiente laboral… Y estos son valores que las organizaciones, además de incluir en su cultura, tienen que ser capaces de transmitir.
El lugar de trabajo es una herramienta imprescindible a la hora de transmitir la cultura corporativa de una empresa.
El estudio ‘La nueva realidad laboral’, elaborado por la compañía global de soluciones innovadoras de talento, Morgan Philips Hudson, establece que el 41% de los empleados jóvenes valoran, por encima de otros aspectos, el desarrollo de su experiencia laboral en el puesto de trabajo. Esto deja de manifiesto la importancia de la oficina como una herramienta capaz de motivar y transmitir la cultura corporativa de una empresa.
Sin duda, un entorno laboral agradable y acorde a la cultura y valores de la empresa ayudará a sentirse más a gusto a los empleados, y esto se revertirá en una mayor motivación y compromiso con el negocio.
En este nuevo entorno, en el que los límites entre funciones y roles se están difuminando y en el que la colaboración y las estructuras flexibles de los equipos se están convirtiendo en una necesidad, las oficinas tienen que ser capaces de reflejar este cambio y adaptarse a la estrategia global de la marca. De este modo, los valores de marca deberían trasladarse a los espacios de trabajo, no solo incorporando los colores corporativos, sino creando espacios que comuniquen esos valores; donde los empleados se relacionan de otra forma.
¿Cuáles son las ventajas del employer branding?
Trabajando el employer branding conseguiremos una mayor motivación y compromiso de las personas, dos características que tienen otras ventajas añadidas:
- Los empleados se convertirán en embajadores de la marca
- Disminuirá la rotación de personal debido al orgullo de pertenecer a la empresa
- El ambiente laboral será más favorable.
- Se ahorrarán costes en recursos humanos asociados a reclutamiento, bajas y captación de talento
- Aumentarán las solicitudes de empleo al considerar un privilegio y una oportunidad el formar parte de la compañía
- Mejorará la imagen de marca y se afianzará frente a la competencia
En conclusión, contar con una estrategia de employer branding puede traer multiples beneficios a la compañía. Por lo tanto, las organizaciones no solo deberían “luchar” por conseguir a los mejores profesionales sino que deberían también promover el compromiso y orgullo por pertenecer a ellas entre sus equipos.