La arquitectura se ha convertido en una herramienta de estrategia de negocio, un instrumento con el que las organizaciones pueden, realmente, singularizar y atraer el target o el talento y creatividad que persiguen, rescatando su propósito de marca.
Este cambio en el diseño de espacios de trabajo está evolucionando de la mano de las personas que ocupan cada uno de estos lugares. De esta forma, se ha dejado de hablar de sujetos pasivos para pasar a centrarnos en sujetos demandantes, ya sea un cliente externo o un empleado de la corporación.
Hace tiempo que el antiguo modelo de oficinas ha desaparecido junto a aquellos puestos fijos que contenían sillas de trabajo frente a un ordenador. Además del fomento de la cooperación y socialización entre las personas, la inclusión actual de nuevos espacios para el descanso o la relajación motivan muchas veces la creatividad, ¿quién no ha tenido una gran idea en el lugar que menos se esperaba, descansando o en un momento de desconexión?
En lo que al diseño se refiere, el hecho de que ahora todo esté centrado en la persona nos debe llevar a configurar la etapa de diseño del proyecto desde una fase anterior, una fase de consultoría en la que lo realmente importante es preguntar al cliente el “por qué” y no el “para qué”.
De esta forma, no sólo se mejora la calidad y el ambiente laboral, sino que se ayuda a través del espacio a rescatar el propósito de marca y a incorporar elementos fundamentales, como la tecnología. En esencia, se trata de que el cliente consiga sus objetivos estratégicos: gestionar la resistencia al cambio, búsqueda de target, alcanzar objetivos, la fidelización, la recurrencia…
¿Qué es lo que más afecta al diseño?
“La tecnología y el compromiso de las marcas por crear un mundo mejor, son los dos factores que vemos que más han cambiado a lo largo del tiempo y que además, se enlazan mucho con el propósito de la marca”, nos explica Covadonga G. Quintana, socia-directora de plug&go, “esto afecta mucho al diseño, porque tanto los Millennials como la Generación Z compran marca personal, buscan que la marca tenga algo que ver con ellos”.
En la actualidad, la tecnología afecta a muchos elementos de diseño sobre los que anteriormente no ejercía ninguna influencia. No se nos ocurría pensar en la realidad virtual o en un mobiliario más tecnológico, flexible o amigable, y al igual ocurre con la iluminación.
En cuanto al compromiso por crear un mundo mejor, el bienestar se puede quedar en la base, incorporando elementos que lo recuerden, o puede haber marcas y compañías que quieran ir más allá, buscando que todos sus materiales tengan un recorrido sostenible, creando un compromiso real con el que efectivamente contribuyan a crear un mundo mejor.
En plug&go buscamos rescatar el propósito de marca
“Nuestro valor es ese, pensar desde el inicio en base a la arquitectura, definir el proyecto y luego hacer la ejecución de obra con unos compromisos de plazo, de coste y de calidad”, afirma Covadonga G. Quintana.
Para plug&go, el antiguo modelo de oficinas ha desaparecido para centrarse en las personas, y acompañando a las empresas en su evolución hacia un diseño beneficioso para todos.