Compañeros de trabajo, amigos que hacen que las jornadas sean mejores, personas con las que creamos vínculos día tras día,… El ser humano es social y necesita a la comunidad para sobrevivir.
La experiencia del trabajo 100% remoto que llevamos viviendo desde marzo de 2020 ha traído muchos nuevos aprendizajes, un salto tecnológico, pero también un reto cultural: seguir generando comunidad.
Según una encuesta realizada por SurveyMonkey y Zoom sobre el trabajo del futuro, el 66 % de las personas que han podido trabajar desde casa dicen que están ansiosas por regresar a la oficina.
Por este motivo, explica Covagonda G. Quintana, socia directora de plug&go, “los espacios corporativos serán cada vez más experienciales, más comunes y más híbridos, pero su forma de usarlos dependerá de cada clúster, de cada perfil. Hay perfiles que no necesitan la localización para el desempeño de su trabajo. Pero otros, sin embargo, sí necesitan un lugar común donde poder reunirse con partners, clientes y equipos, porque necesitan del grupo para crear, negociar o innovar”.
Por ende esas sinergias entre las personas, poder conectar con la gente y la experiencia de cliente interno y externo, necesitan más que nunca un lugar en el que ser. Y es ahí donde el espacio corporativo cobra ahora más sentido.
Un espacio corporativo para el trabajo híbrido
La necesidad de comunidad se ha declarado por 8 de cada 10 entrevistados, según un reciente estudio de la multinacional Steelcase, como lo peor de no trabajar en la oficina.
Entonces, ¿cómo conseguir, en un escenario de trabajo híbrido, que en nuestra oficina haya un ambiente propicio para el engagement? Por ejemplo, con espacios colaborativos que favorezcan los encuentros y pongan el foco en la experiencia hacia los trabajadores, adoptando siempre las medidas de seguridad necesarias.
Sin embargo, aunque la razón por la que queremos volver a la oficina es para ver a otras personas, porque necesitamos esa conexión y que se produzcan esos encuentros y esa colaboración, a la hora de dar uso a esos espacios nos encontramos una mayor incertidumbre por parte de las empresas. Por ello es importante encontrar un equilibrio entre su demanda y cómo hacemos que su uso sea eficiente, por ejemplo, con tecnologías para la gestión de espacios.
Para plug&go la salud de las personas es un pilar fundamental y abogamos porque la cultura empresarial promueva esa salud con programas y entornos diseñados -y guiados por profesionales- para poder tener ese impacto positivo sobre los trabajadores.